Oscar Ferris

El tiempo ha pasado desde que te conocí, Amanecer. Aún te recuerdo aquel día de verano con tu vestido de colores y un aura que todo lo hacia despertar.

Debo de confesarte que has tocado la tecla de mi vulnerabilidad, y lo siento si no he asistido a todas nuestras citas matutinas.

Tú, sin embargo, Amanecer, cada día me sorprendes sin esperar nada a cambio. Desprendes frescura y amabilidad con tu amor, color y compasión.

Volveré a nuestro encuentro mañana, hoy tan solo quería decirte delante del mundo lo importante que eres para mí.

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